Aunque muchos de nosotros la consideramos un servicio básico y de fácil acceso, la realidad es que son muchas las zonas de nuestro país que no cuentan con red eléctrica. Pueblos y pequeñas ciudades alejadas de los principales centros urbanos enfrentan grandes dificultades para acceder a un servicio tan básico como es el de “la luz”. Los problemas que la falta de electricidad acarrea para estas comunidades es inmenso. Imaginemos solamente lo difícil que debe ser para los alumnos de las escuelas de rurales continuar con sus estudios a distancia durante la actual cuarentena… prácticamente imposible. ¡Es por esto que un proyecto como PERMER es tan celebrado! Pero… ¿de qué se trata?
PERMER, ¿qué es?
Nace en 1999 con la finalidad de proveer electricidad por medio de fuentes alternativas a las comunidades que no estuvieran dentro del sistema de red interconectada del país. Este año, y gracias al préstamo del Banco Mundial por 7 millones de dólares que financia PERMER, se equipara con paneles solares a más de 140 escuelas rurales Buenos Aires, Catamarca, Tucumán y Mendoza contarán con energía limpia.
Licitación.
El proyecto se llevará a cabo mediante una licitación supervisada por la Subsecretaría de Energías Renovables y Eficiencia Energética de la Nación (disposición 63/2019). Las empresas interesadas deberán comprobar que en los últimos cinco años han concretado, como mínimo, una instalación de características similares.

Camino hacia un mundo sustentable.
Un punto a resaltar, es que dicho proyecto contribuye con los compromisos internacionales establecidos por las Naciones Unidas y asumidos por la Argentina (ODS 2030). Dicho acuerdo busca erradicar la pobreza y proteger el ambiente mediante la utilización de tecnologías limpias (hidroeléctrica, biomasa, biocombustible, solar, eólica y geotérmica) para asegurar acceso universal a la electricidad.
Beneficios Adicionales.
Además de llevar electricidad a las escuelas rurales, la aplicación de energías en estas zonas colaborará a mejorar las instalaciones de salud y mejorar la economía rural, lo cual podría ayudar a reducir la migración hacia las ciudades. Sin mencionar, lo imprescindible que resulta para combatir el cambio climático y limitar sus efectos más devastadores.
Celebramos esta nueva iniciativa y que las escuelas rurales de nuestro país puedan acceder a un servicio tan necesario como la electricidad. ¡Qué increíble sería que todas las escuelas de nuestro país (con o sin acceso a la red) cuenten con energías limpias que les permitan disminuir sus costos y disminuir la contaminación!